"El progreso de un artista es un continuo autosacrificio, una continua extinción de la personalidad". T. S. Eliot

sábado, 20 de octubre de 2012

Yo medio muerto, los ojos cementados en un sueño pesado, denso y caviloso. Ella de pie y removiendo la ropa, los olores vivos, el sudor en el aire. Que vuelen las bragas y el lápiz de labios, retócame por favor la raya del ojo, a qué esperas (¿por qué no me follas?). Yo caviloso y embalsamado como el más principal de los incas, ella vibrando y quemando como una lengüita de fuego. Pura vida puro instinto puro dolor en el otro. ¿Por qué no me follas? Yo, Yo, Yo. Removiendo las ansias y todos los estados del alma. Removiendo las sonrisas y los ojos cansados. Yo odiándome por dentro, desapareciendo más, y más. ¿Por qué no me follas? Ella de pie. Que vuelen las bragas y etcétera, eccetera and so on. Yo desapareciendo en líneas y esencias como un torito de Picasso. Embalsamado y cegado por el brillo. Tapiados los párpados por el grito de la vida pura.

Mujer desnuda acostada, piernas separadas, Egon Schiele

Asistir al teatro con los ojos vendados y padecer la tentación de poder entender, de poder descifrar. Sentir en los labios otros labios, otra lengua, y cuando crees que lo entiendes se apartan y padeces entonces la tentación de poder entender. El potencial. El calor en el cuello, la presión en el pecho. El padecimiento de las bocas y las lenguas vendadas. El desciframiento retráctil que tanto duele y que tanto atrae. La tentación de ser y no ser al mismo tiempo. Cuando el tiempo lo marcan dos lenguas vendadas.


Amantes, Egon Schiele




No hay comentarios:

Publicar un comentario