"El progreso de un artista es un continuo autosacrificio, una continua extinción de la personalidad". T. S. Eliot

miércoles, 10 de abril de 2013

Imposibilidad de conciliar el sueño

Qué hermoso hubiese sido llamarlo "Insomnio". Qué fácil, también. Cuántas repeticiones se desprenden de la palabra insomnio, cuántas horas de tápate los ojos con el brazo, de date la vuelta, de aprieta fuerte la almohada. Qué buen título y que lástima, como siempre, no ser el primero: "Insomnio". Qué trampa tan llamativa la de algunas palabras que son siempre títulos, nunca subtítulos o pies de página. Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa. Uno duda y duda y duda y pone: "Insomnio". Y luego qué. Una palabra que ya no es palabra ni cosa ni sentido en sí misma, sino título, puro título. Dices insomnio y sabe a poesía, a poesía torturada, como dices Gloria y Pecado y Esperanza y sabe a. Qué hermoso hubiese sido llamarlo "Insomnio", si aún fuese palabra y no etiqueta. Qué fácil hubiese sido titularlo "Insomnio", y qué hermoso hubiese sido escribir un cuento.